Una última ronda de ensueño ha permitido al sudafricano Branden Grace (-9) alzarse con su título número once como profesional y el primero de toda su carrera en el PGA Tour. El jugador de 27 años, que tuvo un excelente inicio y final de campeonato, se aprovechó de una gran primera vuelta dominical –cinco birdies y un solitario bogey en los nueve hoyos inaugurales- para levantarle delante de sus narices el triunfo al inglés Luke Donald (-7), que ve como la maldición en Herbour Town se prolonga durante una temporada más.
El deportista británico partía en el liderato del torneo al término de la tercera ronda, pero no ha sido capaz de aguantar los últimos 18 hoyos en la cabeza. Y esto, pese a que Donald ha tratado de ponerle remedio, comienza a no ser noticia. Y es que la tragicomedia del inglés con el RBC Heritage data desde el año 2009, cuando firmó un meritorio segundo puesto solo por detrás de Brian Gay. A partir de entonces, cinco Top 3 en las siguientes siete ediciones han convertido a Donald en uno de los grandes derrotados por el complejo de Carolina del Sur.
El de Hertfordshire no pudo pasar del par del campo con dos birdies y dos bogeys, situación que fue aprovechada por el joven Russell Knox para empatarle en la segunda posición y arañarle unos cuantos dólares en el premio. El escocés, al igual que Grace, entregó una de las mejores tarjetas del día –especialmente meritoria fue su primera vuelta con cuatro birdies sin fallo- y se aupó al segundo escalón de la clasificación general con el beneplácito del inglés, que vio como todo el plan por no repetir errores pasados se le venía encima en un abrir y cerrar de ojos.
Por detrás de ellos apareció el estadounidense Bryson DeChambeau (-5), una de las grandes atracciones del evento al tratarse de su primer torneo como profesional, quien realizó una gran vuelta con cinco birdies y dos bogeys y suma sus primeros dólares en su intento por conseguir la tarjeta del PGA Tour el próximo año. Junto a él se plantó con los mimos guarismos Kevin Na, golfista que durante el fin de semana subió sus prestaciones firmando sus dos únicas tarjetas bajo par en el campeonato.
¿Maldición? ¿Mala suerte? Lo cierto es que Donald suma una semana más sin lograr la victoria, esa que consiguió por última vez en el Dunlop Phoenix del año 2013, y la situación comienza a pasarle factura en forma de ansiedad durante las últimas banderas. Esperemos que pueda revertir la situación.