Phil Mickelson y Keegan Bradley ejemplifican el estado anímico y de juego del equipo estadounidense en la 39 Ryder Cup esquiva, por el momento, para Europa. Phil, el zurdo y más veterano del ‘Team USA’ en Ryder (novena) y Keegan, uno de los cuatro ‘rookies’ de su equipo, propinaron una paliza soberana y para el recuerdo a Lee Westwood y Luke Donald, en los ‘foursomes’ matinales del sábado.
El sábado está muy negro, de momento. Los locales mandan por 8-4, el doble que los europeos, y solo cedieron por la mañana un partido, el ganado por Ian Poulter y Justin Rose.
Poulter, una de las dos elecciones del capitán José María Olazábal, sigue invicto. Pero nada parecido al trabajo de Mickelson y Bradley, quienes han igualado el mejor registro en la historia de la Ryder Cup (7 y 6) y acumulan tres partidos con sendas victorias.
La última vez que Mickelson ganó sus tres puntos en los partidos por parejas fue en la Ryder Cup de 1995, cuando fue novato. Bradley, hoy su pareja, tenía solo 5 años.
Las caras compungidas poblaron los rostros de los europeos. La cosa no pinta bien. Sergio García sigue de vacío, y la verdad es que en su partido fue Nicolas Colsaerts el que lo tiró por la borda.
García embocó un ‘chip’ en el hoyo 16 que puso a Europa a un solo hoyo y dos para remontar. Pero el belga, en el ‘tee’ del par 3 del hoyo 17 envió la bola al agua. Nicolas se quedó cortó, y Jason Dufner y Zach Johnson se llevaron el punto por 2 y 1.
Sí llegaron al hoyo 18 con opciones de empatar, al menos, Rory McIlroy y Graeme McDowell, pero su bagaje ha descendido (muy pocos ‘birdies’ -dos- y un ‘bogey’) y cedieron en el anfiteatro final ante Furyk y Snedeker.