Anthony Kim en Finca Cortesín durante el Volvo World Match Play 2009. Foto: OpenGolf.es
Posiblemente muchos recuerden a Anthony Kim, estadounidense que encandiló en aquella Ryder Cup de 2008, única ganada por EE.UU. desde 1999. Y muchos se habrán preguntado que habrá sido de ese jugador, gran promesa del golf norteamericano, que hace más de 28 meses que no da un golpe en el PGA Tour.
Según cuenta Alan Shipnuck de Sport Ilustrated, Kim se halla ante un importante dilema que afectaría a su carrera de golfista y por lo tanto a todo su futuro. Al parecer el jugador se encuentra entre la disyuntiva de cobrar una importantísima suma de dinero lo que le obligaría a dejar el mundo del golf o continuar con su carrera.
El origen de todo esto se encuentra en una póliza de seguro realizada por IMG en la que se determinaba que si una lesión terminaba con la carrera del jugador éste, cobraría 10 millones de dólares libres de impuestos, aunque un amigo de Kim que ha tenido algunas diferencias con él eleva la cifra a casi 20. «No son 20 pero andan cerca, él está sopesando el riesgo de volver ya que en el momento que Kim realice un swing en el Tour, la póliza habrá quedado anulada», dijo el amigo.
Anthony Kim se lesionó un pulgar disputando el Masters de Augusta en 2011. Un mes más tarde fue operado, luego vino una tendinitis en una muñeca y la rotura del tendón de Aquiles en 2012. A pesar de que varias veces ha circulado el rumor de que Kim volvería al Tour, en el que todavía tiene una exención médica, lo cierto es que desde mayo de 2012, cuando se retiró del Wells Fargo, el jugador no ha hecho acto de presencia en el Circuito.
Si se dan por buenos los números del amigo, Kim (29 años) tendría que ganar algo más de 35 millones de dólares, dentro y fuera del campo, para llegar a alcanzar la cifra que cobraría por la indemnización. Recordemos que el estadounidense acumula unas cifras en el Circuito de 12,2 millones de dólares (9,2 ganados entre 2008 y 2010, en el esplendor de su carrera).
«Decir que no volverá a jugar por dinero es muy difícil de creer para mi», dijo Colt Knost, uno de sus mejores amigos. «Él es el chico más competitivo que conozco, a no ser que haya cambiado y no quiera jugar más», añadió Knost.
«Anthony Kim no está lesionado», dice el amigo que desea guardar el anonimato. «El puede jugar, él puede caminar. Su swing se ve bien, el golpe suena sólido y el vuelo de la bola es bueno. La cuestión no es de salud física», añadió su colega.