No hay nada más placentero y gratificante para un jugador que levantar el trofeo que acredita como campeón. Hasta ahí, perfecto. Horas de trabajo, ilusión, sueños… El objetivo está cumplido. Pero ¿qué hacer después con ese pedazo de trofeo que el profesional tiene que facturar en el aeropuerto de turno? Ahí el sueño toca tierra.
OpenGolf repasa en esta entrega los trofeos más voluminosos, destartalados, ingobernables por su tamaño y peso que se han entregado en la campaña de 2013 en los circuitos profesionales más importantes del mundo. Los españoles tampoco se libran, por cierto.