Sergio García sufrió durante la tercera ronda del PGA Championship firmando 79 golpes
Sergio García vivió este sábado una de sus jornadas más difíciles en un Major en los últimos años. El castellonense firmó una tarjeta de 79 golpes en la tercera ronda del PGA Championship, disputado en el exigente recorrido de Quail Hollow, hundiéndose hasta el fondo de la clasificación. Fue, además, el peor resultado del día en Charlotte.
García, cuya pretensión era escalar posiciones tras pasar el corte, se vio atrapado en una espiral de errores desde los primeros hoyos. Su ronda incluyó dos doblebogeys, siete bogeys y apenas tres birdies, en una jornada marcada por los fallos desde el tee y la falta de precisión en los greenes. El resultado lo relegó a la última plaza del tablero, muy lejos de los puestos de protagonismo que ha sabido ocupar a lo largo de su carrera.
Más allá del golpe estadístico, el sábado negro en Carolina del Norte tiene implicaciones más amplias
Más allá del golpe estadístico, el sábado negro en Carolina del Norte tiene implicaciones más amplias. Con esta actuación, el español malgasta lo que podría considerarse su segundo gran cartucho en la carrera por regresar al equipo europeo de la Ryder Cup. Tras no estar presente en Roma 2023, García aspira a volver a vestir los colores de Europa en Bethpage 2025, pero necesita argumentos sólidos para convencer a Luke Donald, capitán europeo, quien dispone de seis invitaciones para completar su equipo.
La situación se complica. Aunque el palmarés y la experiencia del de Borriol son incuestionables —es el jugador con más puntos en la historia de la Ryder Cup—, sus resultados recientes en grandes torneos no están siendo el mejor aval. La recta final de la temporada se vuelve ahora decisiva si García quiere mantener vivas sus opciones de regresar al mayor escenario del golf por equipos.
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