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Rory McIlroy en Wentworth este viernes. Foto: @EuropeanTour
Después de ganar el WGC-Cadillac Match Play, un top diez en The Players y una victoria por siete en Quail Hollow el domingo pasado, el número uno del mundo acusó el cansancio motivo por el que firmó 78 golpes en la segunda jornada del BMW PGA Championship.
Tras esa victoria en el Wells Fargo hace seis días, todas las conversaciones giraron en torno a la apretada agenda del número uno del planeta. Y es que el norirlandés está esta semana y la que viene jugando en Europa antes de descansar de cara al US Open, segundo Grande del año. El BMW PGA Championship, en el que se ha quedado fuera del fin de semana, y el Abierto de Irlanda son las dos últimas pruebas antes de tomarse un poco de relax.
McIlroy, campeón defensor en Wentworth, dijo adiós al torneo buque insignia del Circuito Europeo por cuatro golpes (71+78). Esta es la tercera vez en cuatro años que falla el corte en el cuartel general del Tour. El año pasado lo pasó y ganó.
«He vuelto a mi actuación normal en Wentworth: antes de ganar no pasaba los cortes y después tampoco. Lo siento, porque tenía ilusión por defender el título, pero tampoco le voy a dar muchas más vueltas. Me vendrá bien un fin de semana tranquilo para recargar las pilas», declaró el norirlandés al Circuito.
