¿Que haría usted, fanático y entusiasta aficionado de este maravilloso deporte llamado golf, si alguien le dice que a pocas horas de su casa existe un campo con más de 125 años de antigüedad, diseñado por uno de los mejores arquitectos en la historia, y que además apenas cuesta 45 euros jugar sus 18 hoyos?
Le hablamos del Askernish Golf Club, campo que cuenta con una larga y mítica historia. Todo comenzaba en 1891 cuando al viejo Tom Morris se le encarga crear un campo de golf en South Uist, isla que forma parte de la región de las Western Isles, en Escocia, por parte de Lady Emily Gordon Cathcart, rica propietaria de los terrenos con la intención de impresionar a sus huéspedes de la alta sociedad.
Morris Sr., uno de los principales pioneros del golf como deporte (al que se le debe la construcción de los primeros campos en el interior, la bola de gutapercha, el primer Open y la profesionalización de los greenkeepers), creó un campo de golf de 18 hoyos que fue mantenido por los arrendatarios locales hasta principio de los años 20 cuando la demanda de golf disminuyó y las presiones sociales sobre la población local significaron que mantener el curso no era viable.
El campo, para muchos escoceses el Santo Grial del Golf, fue recuperado por la propia naturaleza con el transcurso de los años llegándose a utilizar incluso como pista de aterrizaje de una linea regular entre Renfrew y Askernish con Scottish y Northern Airways en 1936.
Simon MacKenzie del Hotel Lochboisdale, responsable de las reservas de aviones, encargó a un residente del hotel llamado Derek MacReadie (notable golfista aficionado) que diseñara un campo de 12 hoyos usando el área más plana del machair cerca de la pista de aterrizaje de los aviones, y así se mantuvo hasta mediados de la década de los 50.
Vendría el año 1956 y con él, el resurgimiento de este deporte entre la juventud, trabajadores de la construcción y personal militar gracias a la apertura de una base de cohetes al norte de la isla y de la llegada del Dr. Kenneth Robertson y su esposa Asp, entusiastas del golf. En 1970 adoptó un nuevo diseño con nueve hoyos y dieciocho tees. Los años setenta fueron los años de gloria del club con un gran número de jugadores y competiciones que giraban en torno a una excelente escena social, todo lo contrario a lo que sucedería en los 90, años en lo que a punto estuvo de desaparecer el Club.
Y llega el siglo XXI… En 2002, un policía retirado, Colin MacGregor, llegó a Uist. Un entusiasta golfista con mucho tiempo libre que comenzó una rutina diaria de cortar hierba para finalmente logró crear una superficie de juego excelente en los nueve hoyos, hasta que una llamativa llamada telefónica en septiembre de 2005 dio lugar al «Proyecto de Restauración«.
Se trataba de Gordon Irvine, un consultor de campos de golf al que le habían contado la historia del Askernish sin terminar de creérselo. Llamó al presidente del Club Ralph Thompson, quién le convenció para viajar hasta la isla, cosa que hizo el 5 de diciembre bajo un clima tremendamente húmedo, tras examinar el césped y la calidad de la tierra, Gordon no tuvo otra expresión que la de «he encontrado el Santo Grial«.
A partir de ese momento, Ralph, Gordon y el greenkeeper Colin MacGregor se pusieron a investigar donde se creía que había estado el recorrido original abandonado en el tiempo. En 2007 comenzaron las obras con todos los permisos no sin la oposición de algunos ganaderos ya que pensaban que querían eliminar al ganado de la comarca, algo lejano a la realidad ya que en invierno las ovejas y el ganado pastan tranquilamente en el campo tal y como ocurría en 1891.
En mayo de 2008 las obras se dieron por terminadas y la inauguración oficial se programó para el 22 de agosto de ese mismo año. A ella asistieron más de 100 competidores y decenas de periodistas, medios de comunicación, lugareños y simpatizantes que acudieron en masa donde fueron recibidos por el presidente del Club Ralph Thompson y el presidente honorario Kenny Dalglish, legendario futbolista escocés retirado. En el Tee del 1, vestido con una falda escocesa, se encontraba el Capitán del Club Donald MacInnes quién golpeó la bola en el restaurado campo de Askernish con un palo hickory.
En la actualidad ser miembro de este Club incluido en el Top 100 de los mejores campos de Gran Bretaña e Irlanda, si pertenece a un país extranjero, cuesta 200 libras, unos 223 euros. Jugar todo el día 50£ (56€), 18 hoyos 40£ (45€), 12 hoyos 25£ (28€) y 6 tan solo 15£ (17€), además existen tarifas de tarde y de invierno.