Dicen que es la suerte del campeón. Adam Scott se fue al rough con su golpe de salida en el hoyo 18 evitando el temido Blue Monster quedándose la bola cerca de una palmera que le impedía un tiro limpio a green.
El australiano, tras estudiar el golpe, se la jugó por la izquierda apuntando al agua intentando que la pelota abriera algo que no ocurrió como hubiera deseado. Cuando muchos pensaban que la bola había aterrizado en el líquido elemento se pudo comprobar que aguantó en el rough evitando la penalidad lo que le sirvió para levantar un nuevo trofeo.
Adam Scott goes for it at the 72nd hole …#QuickHits https://t.co/LZADiU5QjW
— PGA TOUR (@PGATOUR) 6 de marzo de 2016





