Sin tiempo para digerir la octava posición conseguida en el WGC-Cadillac, Rickie Fowler volvió a pisar un campo de golf este lunes por una buena causa: un torneo Pro-Am a beneficio de la fundación de Ernie Els para personas con autismo. Y en el Old Palm Club de Florida pasó algo mágico.
Una vez que finalizó todo, la organización del evento habilitó un hoyo 19 para que los jugadores pudieran tener la oportunidad de intentar un hoyo en uno desde 103 metros y así conseguir un millón de dólares que viajarían íntegros a la fundación del sudafricano. Rickie Fowler obró el milagro y, con un tiro preciso, consiguió el ace. ¡Y lo mejor de todo es que lo hizo con un palo de Luke Donald!
La reacción de sus compañeros de partido es indescriptible.