El capitán del equipo europeo para la Ryder Cup se encuentra en estos momentos en una tremenda encrucijada. A escaso medio año para que arranque la competición por equipos por excelencia del mundo del golf, Clarke desconoce quién ocupará las tres wildcards que tiene a su completa disposición.
Esto, al menos, es lo que afirmó en una reciente entrevista concedida al tabloide británico Daily Mail. Unas palabras que, sin duda, tomaron fuerza cuando aseveró que esta decisión –que tomará en unos cuantos meses- podría costarle alguna que otra amistad.
De pronto, las miradas de todos los lectores repararon en los ingleses Ian Poulter y Lee Westwood, jugadores con los que el norirlandés tiene una gran relación –no en vano fueron sus dos elecciones para la EurAsia Cup de hace unas fechas- y que no parece que vayan a conseguir por méritos propios su clasificación para la cita de finales de septiembre en el Hazeltine National de Minnesota.
“Las wildcards van a ser este año decisiones muy difíciles”, confesó el de Dungannon. “Las llamadas telefónicas a los chicos que no van a formar parte del equipo serán complicadas, especialmente si tengo cierta amistad con ellos. Pero esto es así, forma parte de mi trabajo y debo convivir con ello”, continuó.
En estos momentos, los nueve jugadores que estarían clasificados por puntos para la Ryder serían, en este orden: Rory McIlroy, Danny Willett, Andy Sullivan, Matthew Fitzpatrick, Henrik Stenson, Justin Rose, Rafa Cabrera-Bello, Sergio García y el belga Thomas Pieters. Una lista en la que no aparecen ni Poulter ni Westwood. Es por esto que el periodista se aventuró a preguntarle al capitán qué prevalecería para la concesión de las invitaciones, si el bien común de Europa o su camaradería con alguno de los jugadores.
“No tendría ningún problema en decirle a Lee que le he dado una wildcard a un novato en vez de a él”, comentó sin dudarlo. “Lee será mi mejor amigo, pero tengo que pensar en el equipo y esto pasa por no hacer distinciones. Esta decisión puede que me cueste alguna amistad, pero debo hacer lo mejor para nuestros intereses”, sentenció.
Claro y conciso. Falta por ver cómo le sienta esto a los implicados.