Si hace una semana el capitán del equipo europeo para la Ryder Cup, Darren Clarke, era el encargado de dejar claro que a Minnesota viajaría quien se lo mereciera, ahora ha sido su gran amigo Lee Westwood el que ha apoyado la decisión adoptada por el norirlandés.
Sin embargo, lejos de limitarse a echar un capote a su colega, Westwood dejó para la galería una bomba de cara a la próxima Ryder que se celebre en Estados Unidos, la que se jugará en Whistling Straits: quiere postularse como comandante de la nave europea en el año 2020.
Todo comenzó con el conato de polémica que tuvo lugar hace unos días, en el que unos rumores apuntaban a que sobre la cabeza de Clarke podrían prevalecer más sus sentimientos que su sentido común a la hora de llevar a cabo las dos elecciones de las que dispone para el torneo bianual por antonomasia. “Tengo que pensar en lo mejor para el equipo, y eso pasa por no hacer distinciones entre amigos y conocidos”, reconoció el capitán del viejo continente en una entrevista concedida al Daily Mail.
Estas palabras dejaban en una complicada situación a su colega Westwood que, siendo sinceros, lleva bastante tiempo sin practicar un gran golf y que por ende solo podía optar a jugar en Hazeltine con una de las dos wildcards. Así pues, todos estaban aguardando la reacción del jugador de 42 años, y ésta no se ha hecho esperar.
A través de una entrevista realizada por el tabloide inglés The Guardian, el 23 veces ganador en el circuito europeo afirmó que entendió perfectamente las palabras de Clarke y que, con toda seguridad, él actuaría de la misma manera en su situación.
“Darren puede estar tranquilo en relación a ese tema. Lo último que quiero es conseguir ser seleccionado y que tuvieran que justificar mi elección. Antes de que contemplara darme la wildcard, yo le diría a Darren que no me eligiera si no estoy jugando bien”, confirmó Westwood, para ratificar minutos después que “en dos o tres años” le gustaría postularse a capitán. “Si pongo mi nombre en la capitanía en un período de cuatro años, ya podría pensar con tranquilidad en el circuito senior”.
Y es que, como se encargó de recordar, aún es el número 66 del mundo: “Todavía soy capaz de hacer cosas en esto del golf”.