El pasado viernes conocíamos una de las grandes incertidumbres de cara al Masters de Augusta que está a punto de empezar. Tiger Woods, a través de un comunicado publicado en su página web, hacía oficial que no jugaría este año en Georgia debido a que el proceso de recuperación de su reciente intervención de espalda no va todo lo rápido que él quisiera. “He estado dando bolas y entrenando todos los días, pero físicamente no estoy preparado todavía”, afirmó el golfista de 40 años.
Y una vez despejado el primer gran dilema de la temporada, comienza el segundo: ¿para cuándo estará listo Tiger? Pues, según se le puede leer a su agente Mark Steinberg en una reciente entrevista, más pronto de lo que podríamos pensar. “Él no quiere estar pulsando el botón de arranque y parada cada dos por tres, este es uno de los aspectos por los que ha declinado disputar el torneo. Tiger ya ha comunicado en alguna ocasión que quiere volver cuando se encuentre al cien por cien, y esto pasa por no volver antes de lo estipulado”, comentó a ESPN. “Sin embargo, yo le espero de vuelta este año”, añadió.
No debería extrañarnos en absoluto. Otra de las cosas que más nos hacen creer en la posibilidad de ver al californiano en los próximos meses es que el jugador esperó todo lo más que pudo a comunicar su decisión. “Tras evaluar el estado actual de mi espalda y consultar con el equipo médico, he decidido que lo más prudente es perderse el Masters este año”, puntualizó en la nota de prensa del viernes.
A fin de cuentas, Steinberg afirmó que su cliente “todavía no está físicamente al cien por cien”, pero no dijo nada acerca del optimismo de Tiger en los últimos meses, viéndole incluso realizar su característico swing en un simulador de golf. Pequeñas acciones que nos hacen ilusionarnos con la posibilidad de verle en Oakmont (Pennsylvania) el próximo mes de junio.