Como era de esperar, las palabras de Rory McIlroy han tenido repercusión a uno y otro lado del charco y todo el mundo comienza a cuestionarse si realmente Río de Janeiro es un lugar seguro donde pasar dos semanas el próximo mes de agosto. Y es que si Rory McIlroy –uno de los grandes valedores de la incorporación de esta disciplina en el calendario olímpico- dice que no va a comprometer un ápice su salud y está dispuesto incluso a no representar a Irlanda en la cita carioca es que algo gordo está pasando.
De esta misma manera es como lo ha debido entender el inglés Danny Willett que, siguiendo el hilo de lo comentado por McIlroy el pasado lunes, dejó caer la posibilidad de caerse de la lista británica a la mínima que se aprecie el mínimo riesgo para la integridad física de los deportistas.
“Estamos muy pendientes del tema. Hace unos días recibimos un mail por parte de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y lo estamos tomando muy en cuenta en cada paso que damos respecto a este tema”, reconoció el vigente campeón del Masters de Augusta en la previa del BMW PGA Championship.
“Habrá 500 mil personas que acudan a las diferentes pruebas y 11 mil jugadores que estarán en el epicentro de estos problemas. Definitivamente esto no está bien. Por lo que a mí respecta lo tengo bastante claro. En el momento que vea cualquier indicio de que acudir a los Juegos Olímpicos pudiera afectar tanto a mi salud, como a la de mi esposa Nic o a la del pequeño Zacharia no iré. A fin de cuentas la familia es lo primero”, sentenció.
De participar en el evento más grande del mundo del deporte Willett lo hará representando a Gran Bretaña, y tendrá como compañero de filas a Justin Rose. Veremos si esto puede tener solución, porque las informaciones que nos van llegando desde el país de la samba y la caipirinha son cada vez más preocupantes.