No es la primera vez –y nos atrevemos a decir que tampoco será la última- que un golfista golpea a un espectador con una de esas bolas perdidas que no encuentran el destino para el que fueron concebidas. La última de estas pruebas ocurrió el pasado sábado durante el Dean&DeLuca Invitational, y el protagonista fue el joven estadounidense Tony Finau.
El norteamericano no vivió uno de sus mejores días sobre un campo de golf en la tercera ronda de Texas, y esto quedó patente en una de sus salidas desde el tee, cuando la bola comenzó a volar y encontró la cabeza de Elisa, una de las espectadoras que seguía de cerca la jornada. Al comprobar que se encontraba bien, Finau siguió compitiendo. Lo insólito vino después.
El golfista le compró flores y bombones para disculparse por el accidente, y lo subió a las redes sociales junto a una foto con la chica en cuestión y el siguiente texto: “Esta es Elisa. Hoy le golpeé con una bola en la cabeza. Por suerte está bien”. La caballerosidad ante todo.





