Marcos Pastor ha abrazado con una visible mezcla de fuerza y cariño el título de campeón de España de Profesionales, la consecuencia de cuatro jornadas de denodado trabajo, consistencia y tesón en el marco de una de las ediciones más igualadas y emocionantes que se recuerdan.
No en vano, el Campeonato de España de Profesionales – Trofeo Aceite Domus, que se ha celebrado en Doñana Golf (Huelva), se convirtió en coto de fuertes sensaciones, una sucesión de réplicas y contrarréplicas que tuvieron, en Marcos Pastor, a su mayor exponente.
El cordobés, que suma su primer triunfo como profesional tras un pasado amateur brillante, con varios títulos de campeón de España, recogió la recompensa a una fe inquebrantable que se puso especialmente de manifiesto en una recta final de auténtico ensueño que le permite levantar un trofeo que en su día alzaron jugadores del tronío de Antonio Garrido, José María Cañizares, Manuel Piñero, Miguel Ángel Jiménez… historia de la buena dentro del golf profesional español.
La grandeza, en esta ocasión, residió en “eliminar la ansiedad que tenía tras acabar la tercera jornada, cuando las cosas no me salieron como quería, y creer en mí mismo”, relataba con euforia quien, durante la noche, contactó con su psicóloga Rocío “para resetearme”.
El efecto, visto lo visto, fue demoledor en una jornada final que, como se presumía, resultó impactante, con un nutridísimo grupo de jugadores con opciones reales de ganar el título a primera hora de la mañana. El discurrir de los hoyos, de manera impenitente, fue realizando sin embargo una severa criba de la que no se desmarcaron en ningún momento ni Marcos Pastor ni José Luis Adarraga, prácticamente ajenos a los errores.
Borja Etchart, líder a batir en el tee del 1, tropezó en el primer hoyo en lo que constituyó un preludio de una jornada complicada donde resultaba absolutamente obligatorio acumular birdies en la tarjeta.
Huérfano de ellos, al igual que Marcos Pastor –¡sólo en un principio!– y José Lorca, sus teóricos rivales más peligrosos, el trío componente del partido estelar sucumbió a un resultado lejano al calificativo de sublime en los primeros compases de la jornada, el necesario para ganar un torneo donde, todos los perseguidores, con el cuchillo entre los dientes, dotaban a la competición de toneladas de agresividad y acierto.
La atención, por tanto, se desplazó a otros partidos, aquellos en donde estaban integrados José Luis Adarraga, Gerard Piris, Carlos Pigem, Toni Ferrer…, autor este último de una briosa reacción –gracias a 7 birdies y 2 bogeys– que le introdujo de lleno en la batalla antes de que el mallorquín concluyera en la cuarta plaza.
Un maravilloso eagle de José Adarraga en el hoyo 6 y tres birdies más, consistentes, en los hoyos 8, 11 y 13, le condujeron, como un cohete, a la parte más alta de la clasificación, un puesto de privilegio que cimentó con hormigón a pesar de que el catalán Gerard Piris, autor de una vuelta simplemente de fábula, se empeñó en un acoso –¡¡siete birdies en 12 hoyos!!– que no acabó en derribo por ausencia material de tiempo.
Quedaba, sin embargo, un rival que en apariencia había tirado la toalla, a tres golpes de José Luis Adarraga cuando se disponía a enfrentarse a su duodécimo hoyo del día. Y en esas ocurrió que un primer birdie comenzó a cambiar por completo el desarrollo de los acontecimientos, un birdie de Marcos Pastor repetido en el 13, en el 16, en el 17, en el 18, éste último con un maravilloso approach desde 80 metros que dejó la bola dada –“tiré al trapo, arriesgué y salió a la perfección”, decía eufórico–, ¡nada menos que cinco aciertos en siete hoyos! que le llevaron a empatar en lo más alto con José Luis Adarraga.
Embalado, en el playoff, a Marcos Pastor sólo le quedaba rematar la faena, por si fuera poco con otro approach muy similar justo después de que José Luis Adarraga enviará la bola muy lejos de bandera en su tercer golpe.
La suerte, pues, estaba echada, una suerte labrada a base de trabajo, consistencia y tesón, el paso obligado para abrazar, con una visible mezcla de fuerza y cariño, el trofeo del Campeonato de España de Profesionales – Trofeo Aceite Domus en el coto de Doñana Golf.