Suponemos que el ganar 53 millones de dólares al año permite ciertos lujos fuera del alcance del común de los mortales. Mientras la mayoría de los golfistas tienen que hacer su agenda buscando vuelos, viendo conexiones y evitar el problema y rezar para que no les pierdan los palos, herramientas de trabajo al fin y al cabo, Phil Mickelson acaba el torneo, hace las maletas y se sube a su avión privado rumbo a la próxima estación.
Y eso fue lo que hizo este domingo tras acabar decimotercero en el Scottish Open. El zurdo de San Diego y su equipo se subieron a su Jet Gulfstream GV valorado en más de 50 millones de dólares y pusieron rumbo a Royal Troon (momento que fue captado por las cámaras del European Tour) donde será de la partida en el próximo Open Championship que da comienzo el próximo jueves.
Phil Mickelson tiene el honor de ser el golfista que más dólares ingresó en 2015 y el tercer deportista, según la lista Forbes, solo por detrás de Roger Federer y LeBron James. A los 50 millones de ingresos publicitarios hay que añadir los 2,9 millones en premios lo que hacen un total de 52,9 millones.
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— The European Tour (@EuropeanTour) 10 de julio de 2016