Seguramente no vayamos a descubrir América con la siguiente información, pero va a ser un punto muy a tener en cuenta de cara a este próximo fin de semana en Troon: lloverá viernes, sábado y domingo durante toda la jornada. Vale que en Escocia esto no sea ninguna novedad –lo pudimos ver hace tan solo unos días con la disputa del Scottish Open-, pero vamos a tener que estar muy atentos a cómo evoluciona el viento de cara a las últimas rondas de competición, pues puede añadirle un plus de dificultad muy interesante para los deportistas.
Según las estimaciones, The Open Championship dará el jueves a los jugadores una bienvenida acorde a un gran anfitrión: tiempo seco, sin apenas probabilidades de precipitaciones y con un viento suave que se antoja a brisa. Pero, ay amigo, conforme vayan pasando las horas Royal Troon se volverá más y más duro para los golfistas que todavía se encuentren sobre su hierba y pasaremos de los 18 grados de temperatura de máxima el jueves a los 16 del domingo, alternando con lluvias perpetuas y con rachas de viento que van a llegar el sábado hasta los 28 kilómetros por hora.
Seguro que recuerdan la edición del año pasado en Saint Andrews, cuando durante varios momentos del torneo la organización se vio obligada a retrasar la jornada. No se espera que en esta ocasión se llegue a esos extremos, pero no hay que dejar de mirar al cielo, porque una ronda con más viento de lo esperado y podríamos comenzar a ver a los jugadores utilizando un hierro 6 o un palo más bajo para alcanzar el green en el par 3 de la octava bandera –el conocido como Postage Stamp, en el que 112 metros separan al tee del agujero-.
The Open Championship es único en este aspecto, daría igual la época del año en la que se disputara que las condiciones climatológicas siempre serían adversas. A esto hay que añadir que un campo links puede reaccionar de manera diferente de un día a otro si nos atenemos a los factores del tiempo, como señaló recientemente Rory McIlroy. En definitiva, que el campeón de este año va a tener que trabajárselo verdaderamente si quiere llevarse a casa la Jarra de Clarete.