Era el gran día para Rory McIlroy, pero Hunter Mahan, el estadounidense que ha ejercido de “tapado” en el WGC Match Play, postergó el reinado mundial del joven norirlandés y ganó el torneo en Marana (Arizona). Mahan conquistó así el segundo de su carrera de la serie de los Mundiales, tras el Bridgestone Invitational de 2010.
El estadounidense de 29 años y vigésimo segundo del mundo en el ‘tee’ del uno frustró la ilusión de McIlroy -el segundo mejor golfista del planeta- por desplazar a Luke Donald como cabeza del ránking.
En el hoyo 17, Rory se descubría ante Mahan. El estadounidense ganó por 2 y 1 después de dominar la sexta y última ronda de golf de un torneo y un domingo verdaderamente estresantes.
Mahan se convierte en el quinto golfista en poseer más de un título de la serie de los Mundiales WGC. Este triunfo le recupera de su fiasco en la última Ryder Cup, tomando cumplida venganza frente a un europeo. Hunter Mahan, uno de los componentes de los llamados “Golf Boys (junto con Ben Crane, Bubba Watson y Rickie Fowler) hizo feliz a los norteamericanos frente al joven llamado a dominar este deporte en el futuro.
McIlroy, novio de la danesa Caroline Wozniacki, no le pudo regalar a la tenista el cetro mundial porque en la ronda final regaló demasiados golpes a un centradísimo Mahan.
En el hoyo 9, por ejemplo, falló un ‘chip’ en cuesta que no coronó y regresó a sus pies. Demasiado para poder soportarlo. En el hoyo 10, Mahan se puso 4 arriba y McIlroy se encomendó a una remontada inverosímil.
En el 17 acabó la historia. El ‘Oscar’ de la noche fue para Hunter, el golfista que aprovechó las debilidades de un joven llamado en breve a ganar no solo su primer torneo WGC sino a dominar el golf mundial.
En la final de consolación, Mark Wilson superó por uno arriba a Lee Westwood. El premio: 110.000 dólares añadidos.