Con lo complicado que es vencer en el circuito norteamericano no nos extraña para nada la reacción que tuvo el golfista escocés al embocar el putt de unos tres metros y medio en el hoyo 18 para asegurarse el triunfo en el TPC River Highlands de Cromwell (Connecticut). Con el resultado de dos bajo par en el último partido del día se mantuvo en el -14 e impidió que el estadounidense Jerry Kelly (-13) le peleara la victoria en el PlayOff de desempate.
En ese momento Knox entró en una especie de locura transitoria que le hizo sacar el puño, tirar la gorra, gritar y celebrarlo junto a su caddie. Todo en cuestión de un minuto. Es por esto por lo que se ha ganado el derecho a formar parte del Top en cuanto a celebraciones en la presente temporada. Pura alegría en sesenta segundos.





