Hay maneras y maneras de ser descalificado de un torneo, y la que le tocó vivir al golfista estadounidense no es una de las mejores. No ya por el hecho de no poder jugar esta semana y tener la oportunidad de obtener unos jugosos dólares –que también-, sino porque su situación de cara a los PlayOffs es algo especial.
Con solo dos torneos por disputar de la temporada regular en el PGA, Erik Compton ocupa en estos momentos el puesto número 164 en la FedEx Cup, cerca del 125 que le daría derecho a participar en el Barclays, primer evento de la postemporada. Sin posibilidad alguna de obtener puntos en el John Deere, solo un espectacular Wyndham podría hacerle escalar muchos peldaños la próxima semana. Y todo por no participar en el Pro-Am.
La aplicación de esta norma no ha pillado por sorpresa a los aficionados de este deporte, pues a Jim Furyk ya le pasó algo similar en la semana del Barclays del 2010. ¿La diferencia? Que Furyk se había quedado dormido a sabiendas de que tenía que salir al campo mientras que Compton fue inscrito la misma mañana del Pro-Am al retirarse de la cita otros dos jugadores. Will Gray, de Golf Channel, informó que Compton se encontraba en Detroit en el momento en que fue notificado que había ascendido desde la lista de suplentes, con lo que era imposible presentarse en Silvis (Illinois) en un corto espacio de tiempo -700 km le separaban de su destino-.
El PGA Tour dotó al Pro-Am de estas reglas para mantener la viabilidad de esta prueba, pero el reglamento no puede ir nunca en detrimento del sentido común. Ahora Compton se ve sin torneo y con pie y medio fuera de la lucha por la FedEx Cup. Una pena.