La carrera deportiva del golfista australiano sigue en punto muerto. Desde que hace casi año y medio fuera robado y secuestrado durante el Sony Open de Hawái, Allenby no levanta cabeza. A partir de ese momento, su presencia en la prensa solo le ha deparado problemas. Desde las acusaciones por acoso de su caddie hasta su arresto en las afueras de un casino durante la disputa del John Deere Classic hace unos meses, el otrora Top 30 mundial tiene ante sí la difícil papeleta de recuperar algo de la imagen que él mismo se encargó de dilapidar. Y no lo va a tener fácil.
Esta semana se encuentra disputando el Fiji International y ha aprovechado la coyuntura para conceder una entrevista en profundidad a The Australian, uno de los diarios con más tirada de su país. En ésta, el deportista reclama respeto, al mismo tiempo que sigue defendiendo su versión de los hechos sobre lo que ocurrió en enero de 2015 en la paradisíaca isla. “Si fui drogado por alguien o no es algo que ya no sabremos nunca”, afirmó el jugador. “Lo importante es que yo sé la verdad, mi familia la sabe y los medios de comunicación son los únicos interesados en sacar los pies del tiesto. Muchos trataron de golpearme. Tal vez genere envidia”, sentenció el aussie.
Allenby está dolido con el sensacionalismo con el que han sido tratadas todas sus informaciones los últimos meses. El que fuera vencedor en el PGA Tour hasta en cuatro ocasiones –con más de 27 millones de dólares en ganancias- ha pasado de ejercer de hombre importante en los torneos a no acordarse nadie de él a la hora de repartir las invitaciones. “He intentado participar en algunos de los torneos de la parte final del curso, pero no ha habido suerte”, comentó. “Con todo lo vivido en los últimos tiempos, lo único que quería hacer era correr y esconderme. No sería capaz de decir la de veces que he estado a punto de dejarlo en el último año. Sin embargo, mi mujer me ha dado fuerzas para seguir”.
De momento, no le va nada mal al australiano en el comienzo del torneo en Fiji, pues ha logrado acceder al fin de semana desde el T29. Una tónica nada habitual en este decepcionante 2016, donde ha fallado el corte en 21 de los 23 eventos disputados.