Bonito final el que nos espera durante las próximas horas en el TPC Kuala Lumpur malasio, donde los nuestros tienen serias opciones de, si no pelear por la victoria hasta última hora, terminar bien arriba en la clasificación. Y es que dos Top 10 serían un resultado fantástico en este primer envite de la temporada norteamericana para Sergio García y Rafa Cabrera-Bello, que ensamblarían a la perfección con el decimoquinto puesto logrado por Jon Rahm hace apenas seis días en el Safeway Open y que situaría a los tres españoles en las primeras posiciones de la lista FedEx, algo que hacía mucho que no veíamos –aunque bien es cierto que esto no ha hecho más que empezar-.
Los dos jugadores nacionales han rayado a un grandísimo nivel en esta tercera jornada y ambos han entregado sendas cartulinas por debajo del par del campo con las que han puesto tierra de por medio en su intento de inaugurar por todo lo alto su casillero de ganancias en esta nueva temporada en el PGA Tour. Pero si alguien ha destacado por encima del otro en esta ocasión ha sido el castellonense, que intercala una de cal y una de arena en el torneo.
García (-10), al igual que ocurriera durante el primer día, firmó una tarjeta con cinco golpes por debajo del par –seis birdies y un bogey han tenido la culpa- para situarse a solo un impacto de los diez primeros clasificados del evento, mientras que Rafa Cabrera-Bello (-11) sigue formando parte integrante de los diez mejores tras el -3 de la ronda sabatina –lástima ese bogey en el 14-. El deportista grancanario sigue así la estela de pesos pesados del campeonato como Ryan Moore o Adam Scott, con los que empata en la tabla.
Eso sí, la distancia con los líderes se va haciendo cada vez más grande. O quizá deberíamos hablar de líder, en singular. Y es que el indio Anirban Lahiri (-19) se ha repuesto perfectamente del quebradero de cabeza que le produjo la semana pasada su derrota en el PlayOff final en el evento del Asian Tour y se ha distanciado de sus perseguidores después de un día en el que ha aprovechado a la perfección el pinchazo de Justin Thomas (-15) –que no ha podido pasar del uno bajo par en el día pese a la gran remontada final con cinco birdies consecutivos- para meterle cuatro golpes de ventaja al estadounidense y a Russell Knox (-15), sus grandes rivales en estos momentos.