Entrenan duro, durante horas y horas todos los días, pero aún así no están exentos de errores que firmaría cualquier amateur de hándicap alto. Le ocurrió a Marc Leishman, 54 del mundo, en el CIMB Classic cuando chipeó a muy pocos metros de la bandera. El australiano golpeó la bola, pasó por delante del agujero… y se fue al agua. Un consuelo para cualquier aficionado que ve como hasta los más grandes cometen fallos difíciles de explicar. Y es que el golf, en ocasiones… es muy duro.
Golf is hard.#QuickHits https://t.co/a7Zqp2ehqm
— PGA TOUR (@PGATOUR) 22 de octubre de 2016





