Raquel Carriedo fue número uno de Europa en 2001 sumando nada menos que tres títulos internacionales -los Abiertos de Taiwán, Suecia e Irlanda- y al año siguiente se impuso en el Tenerife Ladies Open, además tuvo el honor de ser la primera española en acceder al equipo europeo de la Solheim Cup participando en las ediciones del 2000 y 2002, y en 2003, habiendo obtenido la tarjeta del circuito estadounidense, probó suerte al otro lado del charco aunque nunca llegó a adaptarse y decidió volver a Europa.
Ahora, quince años después de aquel número uno, la nacida en Zaragoza vivió este pasado sábado uno de los momentos más emocionantes de su carrera. Fue en su club, en La Peñaza durante la ronda final en el Circuito Nacional femenino y más concretamente en el hoyo 18 en el que firmó el birdie, posiblemente el último de su carrera como profesional.
Y es que Raquel Carriedo metió un putt de cuatro metros para birdie, posiblemente su último birdie en una competición, aunque eso fue lo de menos. Lo importante es que allí estaba con su hijo Arturo (11 años) haciéndole de caddie, y su hija Diana (9 años) y su marido (José Luis Royo) siguiéndola junto a familia y amigos en un momento de máxima emoción.
“Creo que ha sido mi último hoyo en competición, Pepe me anima a jugar la final del Tour pero sé que debo quedarme con este recuerdo para terminar mi carrera. Mi hijo casi no podía con la bolsa pero le hacía mucha ilusión, ayer me dijo “mamá, ahora no puedes echarte atrás, han publicado en el periódico que te voy a hacer de caddie”. Indudablemente, he conseguido mucho más de lo que jamás habría imaginado y me siento muy orgullosa de haberlo hecho sola, sin entrenador, ni psicólogo…, sin patrocinador hasta que logré la primera victoria».
A pesar de todo ello la golfista aragonesa lo tiene claro: «Si volviera atrás, sin duda volvería a ser jugadora de golf, he conocido lugares maravillosos y personas muy interesantes y, si en algo he podido contribuir a que el golf femenino sea un poco más conocido, me marcho muy satisfecha, actualmente tenemos un gran plantel de jugadoras y el futuro está más que asegurado”.
Carriedo se retiró durante algún tiempo tras los triunfos antes reseñados para dedicar más tiempo a su familia, pero fue su marido José Luis Royo quien la inscribió en el Banesto Tour de La Peñaza en 2010. “Voy a probarme y trataré de disfrutar, aunque no sé si seré capaz de mantener la concentración porque apenas he entrenado en seis años, pero igual me animo a jugar más”, declaraba en aquella ocasión. ¡Y vaya si se animó!
Al mes siguiente ganó en Pedreña y repitió triunfo en Villaitana 2011 y La Barganiza 2012, finalizando en lo más alto del ranking en las ediciones del 2011 y 2012. Curiosamente José Luis le hizo de caddie en muchas ocasiones a pesar de no jugar al golf ni tener interés en ello como la propia golfista confesaba a OpenGolf durante el penúltimo evento del Tour celebrado hace pocas fechas en El Saler valenciano.
Actualmente, Raquel se dedica a la enseñanza formando parte del grupo de los cinco profesores que imparten clases de golf en la Escuela Infantil de La Peñaza, que ya cuenta con más de 200 alumnos entre quienes sobresale Beatriz Espelosín, la joven amateur de 16 años que hace muy poco tiempo se proclamó Campeona de Aragón, con 9 golpes de ventaja sobre la segunda clasificada.