No fue el día del jugador español. El vizcaíno cayó hasta el T50 después de una ronda en la que tuvo que ir a contracorriente desde el inicio y en la que apenas pudo demostrar el juego corto que atesora en sus manos. El deportista de Barrika, que inició con buen pie el pasado jueves su andadura en este OLH Classic at Mayakoba disputado en Playa del Carmen (México) se fue deshinchando con el transcurso de las jornadas hasta acabar con una tarjeta de seis golpes por debajo del par, quince por detrás del estadounidense Pat Pérez (-21), flamante vencedor del evento.
El jugador nacido en Phoenix (Arizona) dio una lección en estas dos últimas rondas de lo que es entrar con fuerza en el fin de semana. La vuelta de nueve bajo par del sábado le sirvió para tomar posiciones detrás del por entonces líder Woodland (-19), mientras que el domingo remató la faena a base de birdies en la zona inicial del recorrido –es decir, un déjà vu de lo que pudimos vivir el sábado-. De hecho, a los cinco birdies en sus primeros nueve hoyos solo le siguió un bogey en sus nueve segundos. Pero tampoco le hizo falta mucho más.
Pérez consigue de esta manera la segunda victoria de su carrera en el circuito norteamericano, casi ocho años después de la lograda en el Bob Hope Classic, cuando se impuso por tres golpes a su compatriota John Merrick. Y lo que es más importante para el estadounidense, demuestra que está preparado para los retos que se avecinan en este curso después de perderse prácticamente la totalidad de la temporada pasada tras su intervención en el hombro derecho, que le estaba jugando una muy mala pasada cada vez que salía al campo–de hecho, con este son cuatro los cortes pasados en sus doce últimos eventos del PGA-.
Por lo que respecta al resto del podio, Gary Woodland finalizó en segunda posición en solitario, mientras que el escocés Russell Knox (-18) se subió al tercer escalón después de entregar una de las mejores cartulinas del día.