Hace varias semanas les hablamos de las bondades y características del nuevo TomTom Golfer 2, un reloj GPS ultra fino capaz de mejorar el juego de cualquier tipo de jugador gracias a la detección automática de golpes y al pormenorizado análisis post-ronda que es capaz de configurar esta herramienta una vez hemos finalizado nuestro recorrido. Pues bien, en esta ocasión arrojaremos algo de luz sobre las demás funcionalidades y el manejo sencillo e intuitivo del reloj a la hora de leer los obstáculos (hazards) y las distancias hasta llegar al ansiado green.
Aunque todo comienza mucho antes, en el momento que uno pone un pie en Casa Club. Y es que el GPS hace que la detección automática del campo en el que nos encontramos sea coser y cantar. Una suave vibración ejerce de aviso sobre la confirmación del complejo y, al llegar al tee del hoyo 1, comienza la diversión. En ese momento la pantalla con la hora pasa a un segundo plano –podemos seguir accediendo a ella de manera fácil pulsando a la izquierda del botón único ubicado un poco más abajo- y todo se transforma en un libro de yardas interactivo sujeto a nuestra muñeca.
El número del hoyo que jugamos y su par, los metros recorridos desde el último swing, la distancia desde la posición en la que jugamos hasta el fondo, el centro y el frente del green y hasta la dirección que va tomando la calle –para saber si tenemos que jugar al draw o al fade– son los elementos que tienen cabida en esta pantalla. Pero todavía hay más. Gracias al sistema integrado de geolocalización, podemos saber en todo momento a cuánta distancia nos encontramos del green y de las marcas importantes respecto al mismo -100, 150, 200 metros/yardas- para saber el palo que mejor se adapta a nuestras necesidades.
Pero si de algo se encarga a la perfección el TomTom Golfer 2 es de advertir al jugador de los peligros que integran el hoyo. Así, bunkers y obstáculos de agua pueden salvarse sin más dificultades que las propias relacionadas con la pericia de cada jugador. Y es que con un simple vistazo a la muñeca uno puede ver directamente la distancia exacta y la duración de ese contratiempo en el transcurso del hoyo, que se marcará con un check una vez lo hayamos superado.
Y tras la dura jornada toca analizar los datos. El TomTom Golfer 2 es capaz de retener en su base de datos hasta 20 tarjetas antes de registrarlas en la aplicación TomTom My Sports, una APP elaborada en base a las demandas de los jugadores y que es capaz de proporcionar un estudio pormenorizado de la evolución del golfista con el paso de las semanas. Y todo ello por 249,95€. Nunca un análisis en profundidad había costado tan poco.