¿Se imaginan que quedan con un amigo para ir al cine y, después de haberle comprado la entrada, no solo no se presenta sino que se enfada con ustedes por haberle echado en cara el dinero que se habían gastado? Pues algo similar es lo que ha sucedido con Rory McIlroy esta semana, en la previa del DP World Tour Championship que tiene lugar en Dubái. Y es que seguro que recuerdan las palabras del presidente de la federación turca, Ahmet Agaoglu, después de confirmarse la baja del norirlandés del primer evento de las Final Series del circuito europeo.
El directivo criticó con vehemencia al jugador de las islas británicas por la excusa que había dado para ausentarse del campeonato: no estaba garantizada la seguridad. Agaoglu puso los puntos sobre las íes y le reprendió que no se respetaran los pactos acordados una vez que la cara de McIlroy había aparecido en todo los carteles publicitarios. ¿Y cuál ha sido la respuesta de Rory? Amenazar con no jugar en Turquía el próximo año. De locos. Los pájaros disparando a los cazadores. Un humor tan absurdo que no hay ni por dónde cogerlo.
“Después de todo lo que he leído igual me replanteo ir la próxima temporada a Turquía”, afirmó el norirlandés en rueda de prensa. “Si me ausenté fue porque no estaba capacitado para jugar. Prefiero ir allí con ganas de jugar y pelear por la victoria que viajar desmotivado y acabar el 40. Creo que la forma más importante para que promocione el golf en ese país es que gane el evento, no que aparezcan carteles con mi cara”, apuntilló.
La ausencia en Antalya le provocaron a Rory unas pérdidas de alrededor de 1,5 millones de dólares en concepto de patrocinios, una cantidad a la que ha de sumarle los intangibles, como el hecho de que se haya complicado sobremanera el conseguir su cuarta Race to Dubai en el último lustro. Para hacerlo necesita ganar y que Stenson termine peor que el 45º, Danny Willett no llegue más allá del 5º puesto y Alex Noren esté fuera de los dos primeros jugadores. Una difícil carambola que bien se tiene merecida por su comportamiento chulesco de las últimas semanas.