Cinco jugadores tomaron la salida en el multitudinario PlayOff en el RSM Classic tras empatar todos ellos con -17, pero solo Billy Horschel fue incapaz de seguir el ritmo de sus compañeros y, con un bogey la primera vez que visitaron el 18, se despidió de toda posibilidad de victoria. Un bogey cometido con un putt de esos llamados dados, y más para un jugador de la talla del estadounidense, que le cuesta unos 700.000 dólares, la diferencia entre el premio del campeón y el del segundo compartido por otros cuatro jugadores.
Golf … deceptively simple, endlessly complicated.
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— PGA TOUR (@PGATOUR) 20 de noviembre de 2016






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