Jiménez fue uno de los invitados de lujo en el Nadal&Olazábal Invitationale 2016 celebrado en Pula Golf. Con motivo de ello y aprovechando la ocasión, la organización no dejó escapar una pequeña entrevista a uno de los golfistas más carismáticos del golf mundial Miguel Ángel Jiménez (PING), también conocido como el «El Pisha» o «The Mechanic» por su afición a los coches.
Si le definimos como un mito del golf, no nos equivocamos, ¿le gusta que hablen de usted como una figura veterana e inigualable?
Llevo una carrera de 28 años dándole vueltas al mundo, 21 victorias en el circuito, 3 en el Champions… la verdad es que Seve, Palmer o Nicklaus son los verdaderos mitos, en los que todos nos hemos fijado y estamos aquí por ellos. He dado mi vida al golf y el golf me lo ha dado todo y a esto se le puede poner el calificativo que cada uno quiera.
Que no cambiaría de Austria y qué no cambiaría de España.
Mi mujer, que es de Austria, y el carácter de la gente. España es mi país, me siento muy español, muy andaluz, muy de lo nuestro.
A sus 52 años, le llaman veterano, pero es usted joven. ¿Qué es lo que le queda por hacer en el mundo del golf… ¿sus retos más claros?
En mi vida me queda disfrutar cada momento que vivo, porque es lo que me voy a llevar conmigo. No puedo pensar en el mañana, porque entonces ¿cuándo disfruto el momento? En el golf, exactamente lo mismo. En mi carrera se me han quedado algunos Majors, que me hubiese gustado ganar para ponerme broche, pero espero que ahora en el Champions Tour pueda obtener alguno.
Está satisfecho con todo lo que ha conseguido a lo largo de su carrera… ¿cambiaría algo?
No cambiaría nada. Estoy muy contento con lo que he hecho porque no he podido hacer otra cosa. No me arrepiento de nada porque además, no podría arreglarlo. Si viviera otra vez igual cambiaría algunas cosas, pero en cualquier caso estoy satisfecho.
Hedonista, fuera de serie, ¿cómo se definiría usted en lo personal?
No me catalogo. Eso sí… vivo el momento.
Y en lo profesional…. ¿Le costaría atribuirse el adjetivo de implacable, irreductible, único?
Los demás son los que definen a uno. Cuando me miro al espejo me defino: “eres un fenómeno…” y luego… me estampo un beso… (risas)… No hay cosa más bonita que levantarse por la mañana y darte una sonrisa a ti mismo. ¿Cómo crees si no que vas a aguantar 28 años dando la vuelta al mundo?
Un lugar desierto, inhóspito, aislado… para el resto de su vida… su mujer, unos puros habanos y ….
Un poquito de vino de la tierra, un poquito de zumo de uva tempranillo.
Entre sus canciones favoritas pudiera encontrarse la de Joaquín Sabina, “Y Si amanece por fin”.
Me gusta más la de 19 días y 500 noches. Sabina me gusta, pero mi canción favorita es la de “Cantares” de Antonio Machado, interpretada por Joan Manuel Serrat, porque es la vida misma: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
¿Qué consejos le darías a las nuevas promesas, como Carlota Ciganda, que nos acompaña también aquí Mallorca en este torneo solidario?
Disfrutar. Es lo más importante. Esta vida es muy dura cuando tienes que estar tantas semanas fuera, lejos de la gente que quieres. Además, esto lo hacemos porque nos gusta, si no, tampoco estaríamos aquí. Hay que darle tiempo y cariño al golf y éste te va a recompensar. Repito que hay que disfrutar, y ser consciente de lo que se está haciendo es único y un privilegio.
¿Por qué ha decidido unirse a este torneo?
Todos los años que me han llamado Olazábal me ha coincidido con la final del circuito de infantil que organizo por toda España y también otros benéficos que juego y soy fiel a ellos, por eso no he podido venir antes. Esta iniciativa es bonita, es importante estar en las iniciativas que permiten recaudar fondos y ayudar a las personas más necesitadas. Nadal y Olazábal aportan su granito de arena y nosotros estamos encantados de estar aquí con ellos.