El golfista norirlandés tiene motivos más que de sobra para sentirse satisfecho tras su subcampeonato en el SA Open sudafricano, el segundo evento nacional más antiguo del mundo. Y es que iniciar la temporada acariciando una victoria siempre está bien, y si además lo haces mostrando al mundo un golf de muchos quilates pues mejor todavía. Sin embargo, esa felicidad por el resultado obtenido choca frontalmente con su estado físico. Según ha manifestado el actual número 2 del mundo en la rueda de prensa posterior al campeonato, su presencia en Abu Dhabi se encuentra en entredicho después de un fuerte dolor en la espalda que a punto estuvo de costarle la retirada el viernes por la mañana.
“Volaré a Dubái esta noche y el lunes me someteré a una resonancia magnética para poder descubrir el origen de las dolencias de espalda”, comunicó el norirlandés a los periodistas. Nadie se había percatado lo más mínimo –y mucho menos tras la exhibición del primer día-, pero McIlroy ha pasado un fin de semana de perros sobre la hierba del Glendower GC, teniendo que ser sometido a masajes tras finalizar sus rondas para paliar los continuos dolores. “Estos días he podido manejar un poco la situación después de vendar la zona y tomarme unas cuantas pastillas, pero mi objetivo es estar completamente en forma antes de empezar el próximo torneo”, comentó.
Es por esto que, ante una temporada tan larga, toda precaución es poca y no dirá si será o no de la partida en el Abu Dhabi GC hasta que los médicos le confirmen que puede competir sin problemas. “Una parte de mí quiere estar esta semana porque hay mucho en juego, pero al mismo tiempo no quiero poner en riesgo mi salud a largo plazo por tener objetivos cortoplacistas”, sentenció. Al fin y al cabo esto acaba de empezar.