Costó más de la cuenta, pero llegó. Un año y cinco meses más tarde el jugador californiano volvió a embocar un birdie en un torneo oficial del PGA sobre suelo estadounidense. La última vez fue en un lejano ya agosto de 2015, cuando logró un Top 10 en el Wyndham Championship. Y este jueves, pese a que se ha marchado a Casa Club con un decepcionante cuatro sobre par al término de los primeros 18 hoyos, hemos podido disfrutar de su presencia… y de unos breves matices de su juego.
Y es que el ex número uno del mundo consiguió dos birdies seguidos en la parte final de su recorrido para colocar el signo negativo en su marcador. Por desgracia, esta circunstancia duró poco y los errores se acumularon hasta hacer una losa de la que le costará mucho deshacerse para aspirar al fin de semana. Pero por intentarlo que no quede.
Tiger’s got his first birdie of 2017.#QuickHits pic.twitter.com/6USeDNCAiG
— PGA TOUR (@PGATOUR) 26 de enero de 2017