Si pensaban que lo habían visto todo de Phil Mickelson están pero que muy equivocados. Todos sabemos que el zurdo de San Diego es capaz de lo mejor, a eso le llamamos magia en muchas ocasiones, pero en otras ese encanto se transforma en una Mickelsonada, y no es la primera. Mickelson se fue a la izquierda de la calle en el hoyo 8 del TPC Scottsdale dejando la bola hundida en el rough con un árbol que le dificultaba el tiro, ni corto ni perezoso Lefty jugó la bola con ¡¡el driver!! y claro, ocurrió lo que tenía que ocurrir: la bola cruzó la calle recorriendo apenas 100 metros. Vamos, una Mickelsonada en toda regla.





