Está claro que nunca puede llover a gusto de todos, y los propios golfistas lo saben. Es por esto que si un torneo no les apaña, no tienen el menor reparo en decir que no y reconfigurar su calendario para amoldarse a alguno que les venga mejor. En esta coyuntura se encontraba el sueco Henrik Stenson, que hace escasas horas ha confirmado que se perderá por segundo año seguido el WGC-Match Play que tendrá lugar dentro de solo dos semanas sobre la hierba del Austin Country Club de Texas. Y lo hará por una razón de principios: ni le gustaba el formato de 2016 ni le gusta el de 2017 –que no ha cambiado un ápice, vaya-.
“No estoy para nada interesado en ir a un Match Play donde exista una fase de grupos”, afirmó el escandinavo ante los periodistas en las horas previas al comienzo del Valspar. Y es que, al igual que ocurriera hace doce meses, se llevará a cabo un sorteo en el que 54 jugadores formarán parte de hasta 16 grupos de 4 jugadores, donde se clasificarán los dos primeros después de enfrentarse entre ellos para arribar a la ronda de 1/8, donde ya comenzarán las eliminatorias a vida o muerte.
“Para mí, el juego por hoyos es vivir o morir. Ya sea cuando gano o cuando pierdo. Me gusta ese formato”, sentenció el actual número 6 del mundo, que de esta manera tendrá que volver a reestructurar una agenda en la que aparece redondeada la semana del 6 al 9 de abril, momento en el que visitará el Augusta National para competir junto a los mejores por el primer Major de la temporada. “Mi baja final en el WGC no me ha trastocado los planes. Tengo la intención de jugar la semana previa del Masters, así que ese parón me vendrá bien a la hora de coger resuello para afrontar con garantías unos cuantos torneos consecutivos”, afirmó. Quien no se consuela es porque no quiere.
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