Desde luego que si Gonzalo Fernández-Castaño (73 golpes, +1) tenía un comienzo soñado para el Valero Texas Open no era este. El jugador madrileño se lo tendrá que jugar todo a una carta después de haber sucumbido ante el TPC San Antonio en una jornada que si por algo se ha caracterizado ha sido por la igualdad en la zona noble de la tabla –hasta 32 jugadores se encuentran en apenas tres impactos de distancia-, pero que al español se le ha atragantado desde el principio.
Concretamente desde el hoyo 6, momento en el que cometía su primer bogey de los tres que entregó en la tarjeta. Y gracias, porque su buen hacer con el putter le libró de algún que otro susto más, pues sus estadísticas tanto desde el tee –35,71 por ciento de calles cogidas- como de greenes en regulación –50 por ciento– fueron una piedra en el camino que le tocó sortear en más de una ocasión.
Por suerte, los dos birdies en sendos pares 5 le dan un pequeño respiro para afrontar con garantías los segundos 18 hoyos en un torneo que de momento domina el sudafricano Branden Grace (66 golpes, -6), que con siete birdies y tan solo un error se ha aupado a las primeras plazas distanciándose en un impacto del neozelandés Steven Alker (65 golpes, -5) y los estadounidenses Will MacKenzie, John Huh y Stewart Cink y en dos de Brooks Koepka, uno de los favoritos a conseguir la victoria final.
Aunque si hablamos de favoritos es necesario reparar en el inglés Luke Donald (76 golpes, +4), que después del brillante subcampeonato conseguido la pasada semana en el Heritage tiene pie y medio fuera del evento tras sufrir de lo lindo en Texas con una vuelta en la que dos birdies disimularon los cuatro bogeys y el doblebogey.