Muchísima expectación en la rueda de prensa desde Estados Unidos en la que compareció por videoconferencia Jon Rahm. La sala de prensa del IFEMA se llenó de periodistas expectantes por conocer la última hora del golfista vizcaíno después de su brillante temporada en el PGA Tour –victoria incluida-. Y lo cierto es que no decepcionó para nada. El desparpajo y la cercanía del león de Barrika contagió a los medios, y su sinceridad enamoró a todos los presentes en una cita hecha realidad gracias a la colaboración del propio IFEMA y UniGolf.
Y es que a la joven promesa española no se le caen los anillos por tildar de “decepción” su T27 en el Augusta National, más aún después de un domingo en el que se acabó desfondando en la clasificación. “Pocos jugaron de tee a green mejor que yo en las primeras horas, cuando hubo viento. Del 1 al 15 jugué bien durante los cuatro días, pero en las tres últimas banderas me ocurrió todo lo contrario. Es cierto que hice muchos birdies, pero no pude evitar los grandes números, sobre todo el último día”, comentó.
¿La razón? Probablemente el cansancio, que hizo mella en la parte final de su participación en Georgia. “Ese día no fue para mí. Estaba fatigado. Después del Match Play, el viaje a Houston en coche no fue lo más inteligente para encarar la semana de un Grande. A partir del hoyo 16 del domingo mi cuerpo no dio más de sí y el 18 se me hizo eterno”, afirmó el jugador vasco, que se quedó prendado de la belleza del Augusta National.
“Es un campo completamente diferente al resto. Tiene greenes muy grandes y rápidos y luego calles muy estrechas. Me encantó. Es muy divertido. Premia a la gente creativa. Puedes dibujar golpes de muchas maneras y eso al final es lo que le da atractivo”, sentenció un Jon que reconoció darle “pena” la inesperada ausencia del número 1 del mundo, Dustin Johnson, después del affair con las escaleras de su apartamento en Augusta.
“Pese a nuestros dos encuentros en los dos últimos eventos de las series mundiales todavía no puedo hablar de que Dustin y yo tengamos una amistad, pero sí que es cierto que me dio mucha pena que el mejor jugador del mundo en estos momentos se perdiera un Grande por una causa tan tonta. Es un compañero más que un competidor”. Y es que en palabras como estas se ve quién es un verdadero crack.