Día muy complicado para todos aquellos que consiguieron pasar el corte en el Valero Texas Open, y Gonzalo Fernández-Castaño (75 golpes, Par) no fue menos. El golfista madrileño, que llegaba a la jornada del movimiento después de una grandísima vuelta con cuatro golpes por debajo del par del campo, no consiguió mantener el ritmo y acabó entregando la cuchara ante un TPC San Antonio que se mostró durísimo en los terceros 18 hoyos, permitiendo a solo 14 jugadores ganarle la partida.
Y el español no fue uno de ellos pese a un comienzo con un birdie en su primera bandera. El putter, el palo que de tantos apuros le había sacado el viernes para lograr el pase al fin de semana, se mostró esquivo con el capitalino, lo que le pasó una factura que se escenificó en forma de cinco bogeys, a los que solo le pudo poner freno con un birdie más en el 17. Así pues, Gonzalo que se coloca al par total en el T35, a una distancia prácticamente insalvable de Kevin Chappell (71 golpes, -8).
El deportista estadounidense supo ponerle freno a unos alocados nueve primeros hoyos –el doblebogey, los tres bogeys y otros tantos birdies hablan bien de esto- y tras el cruce todo cambió completamente. De hecho, convirtió tres birdies en sus últimas cinco banderas que le permiten acudir al último partido del domingo junto al sudafricano Branden Grace (70 golpes, -7) y su compatriota John Huh (71 golpes, -7), que esperarán agazapados su oportunidad para poder darle el bocado definitivo al campeonato.