Necesitaban un gran día y sus deseos han sido órdenes. Gonzalo Fernández-Castaño y Martin Flores estarán el fin de semana en la pelea por el Zurich Classic, el evento que ha llegado al PGA Tour para instalarse con una modalidad diferente de la que venía haciendo en las últimas temporadas.
Y es que si en la primera jornada el equipo en el que está integrado el español no pudo pasar del par del campo en los foursomes, durante los fourballs se ha desatado la tormenta perfecta a base de birdies, lo que ha favorecido su inclusión entre los 35 mejores tras 36 hoyos.
65 golpes firmó el combinado hispano-americano para una puntuación de -7. Todo gracias, en parte, a la enorme exhibición llevada a cabo por el madrileño, que convirtió seis de los siete birdies que campean en su marcador después del segundo día de competición.
Y es que Gonzalo está de dulce, con unos grandes porcentajes de greenes en regulación tomados y, sobre todo, con una exquisitez con el putter que le va a permitir seguir sumando dólares en la búsqueda de la renovación de la tarjeta del circuito norteamericano.
T32 ocupan en estos momentos, una posición que comparten con jugadores de la talla de los sudafricanos Branden Grace y Louis Oothuizen y a ocho golpes del sueco Jonas Blixt y del australiano Cameron Smith, líderes en estos instantes. Aunque no fue ninguno ellos quien acaparó los focos este viernes, pues este honor correspondió a los también sudafricanos Tyrone Van Aswegen y Retief Goosen.
Ambos golfistas se quedaron muy cerca de entrar en la historia del PGA después de una jornada con diez birdies y un eagle. 60 golpes que se quedaron muy cerca de convertirse en 59 si la bola de Van Aswegen en el green de la última bandera hubiese decidido entrar en vez de quedarse a cinco centímetros del agujero.