Y no le tembló el pulso ni con el que le llevaba al PlayOff en el 18 ni con el definitivo en el 9, sabía que se jugaba mucho y no desaprovechó la ocasión. Sebas, de 28 años, se alzaba campeón gracias a esos dos birdies. “¡Por fin!”, decía con una sonrisa en la boca cumpliendo un sueño.
Esos 6.960 euros de premio son un respiro para el jugador español lastrado desde hace un par de años por las lesiones, primero por una lesión en una de sus muñecas y otra más tarde por una dolencia en sus ojos que le obligaba a dejar el Challenge Tour la temporada pasada.
“Llevaba mucho tiempo detrás de una victoria. Me llena mucho y me alivia tanto económicamente como para mi futuro profesional. Espero que sea un empujón en mi carrera», declaraba el jugador de El Robledal nada más saborear su primera victoria.