Tiger Woods ha puesto fin en Bay Hill (Orlando) a un calvario que le ha durado 30 meses. “El Tigre” ha vuelto a ganar, con una ventaja de cinco golpes sobre Graeme McDowell, segundo. Tiger quiebra también así una prolongada secuencia de vicisitudes personales y profesionales, pero sobre todo alimenta su debilitada autoestima.
En el Arnold Palmer Invitational de su resurección, Woods sumó su séptimo título en este mismo torneo, el número 72 del PGA Tour y el 98 en total, cuando faltan solamente diez días para el comienzo del primer Grande del año en Augusta.
El momento del regreso al club de los ganadores ha sido oportuno. Su puesta en acción en 2012, tras renovar completamente su entorno (preparador, ‘caddie’, patrocinadores…), ha dado pronto buenos frutos.
Tiger no ganaba en el PGA Tour desde el 13 de septiembre de 2009 (Campeonato BMW). La maquinaria de ganar títulos se detuvo ahí para el californiano. En Bay Hill, uno de sus campos talismán, el contador vuelve a funcionar dos años y medio después.
Con este título del Arnold Palmer Invitational recién conquistado, el estadounidense, de 36 años, acumula 98 en su palmarés, 72 de ellos en el PGA Tour.
Esta victoria, que ya está girando hasta que alcance todos los rincones del planeta, detiene por el contrario el carrusel de las desdichas para Tiger: lesiones, infidelidades, escándalos, divorcio, rupturas… Desde este instante, regresa el aura perdida y su nombre vuelve a la zona de vanguardia de las listas del golf mundiales.
En 2001 y 2002, el californiano ganó en este campo, y poco después se enfundó la Chaqueta Verde. La primera pieza de esa secuencia ya se cumplió. Tiger ha vuelto, y quizá sea el jugador que finalmente se enfunde la Chaqueta Verde en Augusta 2012.
La victoria en Bay Hill se fraguó lentamente. Tiger arrancó la jornada final con un golpe de ventaja sobre el norirlandés Graeme McDowell, quien en el primer hoyo ofreció su primer síntoma de debilidad: doble ‘bogey’.
McDowell se recompuso con un “eagle” en el sexto hoyo, pero Tiger alcanzó la mitad de la ronda con 4 golpes de ventaja porque supo meter ‘birdies’ como en la mejor de sus épocas.
Tiger manejó esa renta, observando de cerca a su único rival. Para entrar en el hoyo 18 en loor de multitudes y con cinco golpes de renta. ¡Bienvenido a la pista central!