Nos esperan emociones fuertes hasta el final en el Travelers Championship. Y es que pese a que no podamos contar con la presencia de ningún español tras la eliminación el pasado viernes del madrileño Gonzalo Fernández-Castaño, el torneo disputado sobre la hierba del TPC River Higlands está dispuesto a dejarnos una jornada dominical donde hasta nueve jugadores pugnarán con hacerse con un título a un mes escaso de que el tercer Grande de la temporada eche a andar en territorio europeo.
De momento, el que parte con una ligera ventaja en el liderato es el texano Jordan Spieth (66 golpes, -12), que ha vuelto a bajar de los 70 impactos por tercer día consecutivo –desde que tomara el jueves la primera posición no la ha vuelto a soltar- con una nueva exhibición con los hierros, con los que ha sido capaz de distanciarse de sus perseguidores, sobre todo en la segunda parte de su recorrido.
El joven golfista estadounidense convirtió siete birdies y tres bogeys en sus 18 banderas para un total de -4, Pero más allá de los números, que son realmente buenos, están las sensaciones. Y es que si a la magia de la que hace gala Spieth con su putter –convirtió dos auténticos purazos desde seis y ocho metros y medio– se le suma un acierto en sus aproximaciones a bandera, hablamos de un jugador muy difícil de batir. Y a las pruebas nos remitimos. Quitando los dos grandes putts convertidos, el resto de birdies se fundamentan desde distancias que van hasta los dos metros y medio.
Por detrás de él, a un solo impacto, se ha colocado su compatriota Boo Weekley (65 impactos, -11), con el que compartirá partido de la jornada, mientras que a una distancia de tres y cuatro golpes vigilan expectantes Daniel Berger (66 golpes, -9), C.T. Pan (64 golpes, -8), David Lingmerth (65 golpes, -8) y el inglés Paul Casey (66 golpes, -8).