Ni aun habiendo cuajado una de las peores tarjetas de entre los diez primeros clasificados han podido arrebatarle a David Lingmerth (73 golpes, -7) la primera posición en solitario del Quicken Loans National. Y lo cierto es que el jugador sueco hizo méritos para ello, pues se mostró muy dubitativo tanto desde el tee como desde la calle, mostrando unas estadísticas que poco o nada tenían que ver con las de las dos primeras jornadas. El jugador de 29 años tuvo un porcentaje de 42,86 por ciento de salidas y un 50 por ciento hasta los greenes, lo que le puso muy complicado el hecho de salvar pares con facilidad.
Y eso por no hablar de su otrora idilio con el putter, que se convirtió en pesadilla llegando incluso a perder golpes respecto a la media de los jugadores congregados en este TPC Potomac. El deportista escandinavo comenzó con el pie izquierdo su ronda, pues en el hoyo 1 visitó hasta por dos veces el bunker para acabar errando un putt de unos tres metros y medio para hacer el cuatro. Fue el comienzo de una desacertada ronda en la que tuvo la tregua del birdie en el 2.
A partir de aquí, doblebogey en el 4 –bola al agua incluida– y bogeys en el 5 y el 17 –aderezado con el birdie en el 14, el segundo y último del sábado-. Un ritmo que le llevó al tres sobre par en su tarjeta, borrando de un plumazo el -10 que había conseguido apenas 24 horas antes y posibilitando que el estadounidense Daniel Summerhays (70 golpes, -6) –quien lleva todo el torneo intentando darle caza- se le coloque a solo un golpe a falta de 18 hoyos para la conclusión del campeonato.
Pero esta quizá no sea la peor noticia para el jugador nórdico, que también ha visto cómo se estrechaban las diferencias respecto al resto de participantes. Así, Spencer Levin (65 golpes, -5) –la mejor vuelta del día- se encuentra a solo dos impactos y jugadores como Geoff Ogilvy (74 golpes, -4), Curtis Luck (67 golpes, -4) y Sung Kang (71 golpes, -4) a tres. Hagan sus apuestas, que nos espera un día con muchas emociones.