Pastor, plenamente recuperado de su lesión, se ha marcado una hoja de ruta encaminada a retomar su juego a lo largo de la temporada y el plan está dando sus frutos. Después de varias semanas dejándose ver por la parte alta de la clasificación, Jacobo aprovechó el comienzo de la semana para cobrarse la primera recompensa a su esfuerzo.
Curiosamente, para Jacobo esta era la primera vez que se enfrentaba al campo de la ciudad financiera, una circunstancia que parece traer suerte a los golfistas como demostró Daniel Berna cuando se adjudicó el primer torneo del año sin haber visitado jamás el Golf Olivar de la Hinojosa.
Anécdotas aparte, lo cierto es que Pastor se encontró especialmente cómodo sobre uno greenes que se presentaban impecables y muy rápidos, lo que supuso un quebradero de cabeza para la mayoría de los inscritos.
A pesar del brillante resultado, el comienzo de la jornada no hacía sino presagiar todo lo contrario. Jacobo llegaba con el tiempo justo al tee del 1 firmando allí mismo su único borrón del día. Un bogey que el discurrir de la vuelta se encargaría de demostrar que fue como consecuencia de la tensión del momento. Ya con el título en el bolsillo el del RACE mostró su admiración por el mantenimiento del campo en el que ha dado un paso más en su recuperación.
La segunda plaza fue para Javier Colomo que se situaba a tres golpes del ganador con una vuelta. Compartiendo la tercera posición acabaron José María Isbert, Francisco Lagarto y el amateur Antonio Jover a quien hay que reconocerle el mérito de terminar al par en una jornada en la que solo dos jugadores ganaron al campo y tres más lograron terminar en tablas con el recorrido de Boadilla del Monte.