Mucho esfuerzo hay detrás de un triunfo que no es más que el reflejo del trabajo bien hecho. Rafa Cabrera-Bello (64 golpes, -13) nos ha vuelto a hacer saltar del sofá con otro triunfo más de la Armada en el Scottish Open, un torneo que hasta la fecha había sido territorio prohibido para los españoles. Con una ronda impresionante –ocho birdies sin errores- le hizo salir al PlayOff al joven inglés Callum Shinkwin (68 golpes, -13) y ahí se impuso la experiencia del grancanario, que suma su tercera victoria en el viejo continente para dar todavía más esplendor a un magnífico año para los nuestros.
Se respiraba ambiente de día grande en el Dundonald Links y con el deportista isleño en el Top 10 del evento cualquier cosa podía suceder –más aún cuando Ian Poulter (74 golpes, -7) y Andrew Dodt (73 golpes, -8), dos de los tres líderes, tenían serios problemas para atar el par en cada hoyo-. Rafa salió a jugar su ronda, sabiendo que lo tenía que hacer bien en cada golpe, pero sin obsesionarse con la tabla. Lo que tenga que ser será, pareció pensar el golfista de 33 años. Y el plan le salió a las mil maravillas.
Cabrera-Bello fue firmando birdies a pares prácticamente, mostrándose intratable en los acercamientos a bandera y letal en las inmediaciones de green, tomando el relevo de un Jon Rahm que decidió no estar esta semana en Escocia en virtud del calendario prefijado hace unos meses. Así es como entregó una cartulina con 64 impactos, situándose segundo en la general. La presión en ese momento recaía en Shinkwin que, tras una jornada en la que se mostró muy sólido –cuatro birdies sin errores-, solo necesitaba un par en el par 5 del 18 para proclamarse campeón.
Y entonces llegaron los nervios y con ellos el bogey necesario para que nuestro héroe saliera envalentonado al PlayOff, mientras que el británico continuaba lamiéndose las heridas. Un exceso de adrenalina para Rafa que le hizo posible ejecutar el golpe del torneo con un tirazo desde la calle para dejar la bola a tres metros del agujero. Pese a que el eagle se le escapó, el birdie estaba hecho. No así el del inglés, cuyo putt de metro y medio lamió el borde del hoyo y con él se derrumbaron sus posibilidades.
Grandísimo triunfo para Rafa, que suma su tercera victoria en el European Tour tras el Austrian Open de 2009 y el Dubai Desert Classic de 2010 y se sitúa entre los 20 primeros jugadores del mundo por primera vez en su carrera, una gesta a la que nos estamos acostumbrando últimamente. Del resto de la actuación española cabe destacar el nuevo Top 20 de Adrián Otaegui (71 golpes, -5), el T26 de Jorge Campillo (70 golpes, -4) y el T45 del madrileño Alejandro Cañizares (73 golpes, Par), único integrante de la Armada en acabar en positivo el domingo.
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