Phil Mickelson promete un domingo ‘caliente’ en Redstone. El zurdo y defensor del título va con seis golpes de retraso con respecto al surafricano Louis Oosthuizen, éste al frente del Open de Houston por segundo día consecutivo.
Tras el corte (setenta siguen a partir de -2), el mejor desde 1981 para un torneo del PGA Tour, ‘majors’ aparte, el sol ganó terreno a las nubes y el surafricano Oosthuizen, de 29 años y campeón en 2010 del Open Británico, repitió otra tarjeta con 66 golpes (-6) para seguir instalado en el liderato y con dos de ventaja para los últimos 18 hoyos.
“Detrás de mí hay una gran nómina. Será duro pero siento que estoy preparado para afrontar el reto”, aseguró el surafricano al PGA Tour.
Tras el líder aparece el norteamericano Hunter Mahan, a dos golpes; después el inglés Brian Davis y el sueco Carl Petterson, a tres; James Driscoll está a cinco, y a seis se quedó Mickelson, por sus 70 golpes.
Oosthuizen hizo sus mejores ‘swings’ en los segundos nueve hoyos de la tercera ronda -su mejor tramo-. Comentó al respecto que se sintió como cuando jugaba con 15 años, bajo el sol vespetino, la luz especial y el verdor del campo.
Mickelson, menos confortable, vaticinó no obstante que “aguarda una ronda final caliente”. El zurdo ganó este torneo el año pasado con una vuelta final de 65 golpes (-7).
Peor lo tiene Ernie Els, en el grupo con -8, quien necesita ganar para colarse en el Masters de Augusta, al que no falta desde 1993. “Necesitaría una ronda con 61 o 62 golpes”, admite resignado el golfista surafricano, compatriota de Oosthuizen, el hombre a batir para otra ronda final de infarto en el campo de Redstone.