Todo caddie sabe que la primera regla cuando está en plena competición es conocer cuando tiene que hablar y cuando tiene que dar consejo, prudencia que siempre hemos visto en JP Fitzgerald, fiel caddie del norirlandés Rory McIlroy, hasta ayer en el primer tercio en la primera ronda de The Open en Royal Birkdale.
Y es que el comienzo de Rory en esta 146 edición del Open no fue el soñado con cinco bogeys en los primeros seis hoyos disputados, y lo que es peor, el lenguaje corporal del que fuera número uno del mundo, mostraba la derrota en su rostro.
«Me dijo: «¡Tu eres Rory McIlroy… ¿Que… estás haciendo?, juega al golf!», en ese momento simplemente le respondí murmurando, si, lo que sea. Ese fue un momento de ayuda, me recordó quién era y de lo que era capaz«.
Lo que pasó a continuación ya lo conocemos, el cambio de actitud en el norirlandés hizo que los siguientes doce hoyos los saldara con cuatro birdies libres de errores para pegar un salto cuantitativo en la tabla, algo que ha continuado durante la segunda jornada ya que en esos primeros seis hoyos el resultado es de -3 frente al +5 de 24 horas antes ¡ocho golpes de diferencia! o lo que es lo mismo, siete birdies en los últimos catorce hoyos.
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