Día complicadísimo en Royal Birkdale. A la ya de por sí exigencia del complejo británico se le ha añadido este viernes el tiempo. Lluvia, viento, más lluvia… Parecía increíble que los jugadores pudieran ni tan siquiera hacer el par en cada uno de los 18 hoyos. Y así ha sido, que cualquier par era celebrado como si se tratara de un birdie. Es por esto que la tarjeta presentada por Sergio García (69 golpes, +2) cobra tanta importancia, pues el castellonense ha sido uno de los únicos ocho jugadores que ha conseguido ganarle la partida al complejo inglés en el segundo día de competición.
García, que llegaba al viernes tras una primera ronda de tres golpes por encima del par, salió dubitativo en esta segunda ronda. Así cometió el bogey del 4. Por suerte, un extraordinario eagle solo unos minutos después conseguía darle la vuelta a la tarjeta para alcanzar el -1, unos guarismos que ya no abandonó en ningún momento. Porque a pesar de que cometió dos bogeys más en el 13 y el 18, dos birdies en el 15 y el 17 le permiten integrar el T24, a ocho golpes de Jordan Spieth (69 golpes, -6), líder en solitario tras 36 hoyos.
Pero el jugador de Borriol no es el mejor colocado de la Armada hasta el momento. Y es que Cabrera-Bello (73 golpes, Par), a pesar de finalizar la vuelta con un +3 –volvió a cometer los mismos errores del jueves con bogeys en los hoyos 4, 6 y 18– está muy cerca del Top 10. De hecho, solo un impacto le separa de la zona noble de la tabla con todavía 36 hoyos por jugar.
También estará en el fin de semana Jon Rahm (74 golpes, +3), que tuvo que recurrir a su pegada en los dos pares 5 para no complicarse en exceso el corte. El vizcaíno empezó con tres bogeys en sus tres primeras banderas y, aunque cortó la racha con un birdie al 5, cuatro bogeys más consecutivos del 11 al 14 le pusieron con el agua al cuello. Por suerte, los dos comentados birdies finales le permiten seguir entre los 36 mejores jugadores del evento con todavía mucha tela por cortar.
El que ha dicho adiós ha sido el barcelonés Pablo Larrazábal (74 golpes, +6), al que los dos bogeys finales le han hecho mucho daño, pues se ha quedado a solo un impacto de continuar hasta el domingo del tercer Major de la temporada.