Como para no celebrarlo. Después de todo lo que le costó alzarse con ella, el triunfo bien merecía una buena copa. ¡Y qué mejor recipiente para disfrutar de un buen trago que la propia Jarra de Clarete! Jordan Spieth descargó toda la tensión acumulada del domingo con una celebración junto a su gran amigo Justin Thomas en la que se puede leer entre líneas que el texano ha recuperado el humor y el temple que le caracterizó en 2015 y que va a ser un digno rival para los nuestros en el próximo PGA Championship dentro de un par de semanas.