Menuda auténtica odisea han vivido nuestros tres representantes en esta segunda jornada del WGC-Bridgestone, tercera prueba de las Series Mundiales del 2017. Y es que, por hache o por be, ninguno de los integrantes de la Armada ha podido huir del positivo en su tarjeta, lo que unido a la tarde de perros en Akron –suspensión por partida doble incluida- ha ejemplificado el retroceso de los nuestros y la más que probable despedida a cualquier victoria. Y eso que Jon Rahm (77 golpes, +4) partía desde el Top 3…
Pero hoy no era el día del jugador de Barrika. El español, errático en sus tiros a bandera, solo pudo conseguir un birdie en los 18 hoyos sobre la hierba del Firestone CC. Fue en el par 5 del hoyo 2, cuando embocó un putt de algo más de tres metros para maquillar un poco el grave comienzo de jornada. Hasta ese momento, Jon acumulaba un bogey y un doblebogey para un total de tres sobre par, por lo que necesitaba imperiosamente un toque que le despertara. Lo que nadie podría pensar es que tras el birdie, el final de tornara en una verdadera pesadilla.
Un doblebogey y tres bogeys le colocaron en un siete sobre par en el día que le borraron ipsofacto el negativo de la tarjeta, trasladándole al T52 y quedándose a un impacto de Sergio García (71 golpes, +3), mejor jugador nacional hasta la fecha sobre el campo de Ohio. Y eso que el golfista castellonense también se las vio y se las deseó contra el campo. De hecho, perdió por segundo día consecutivo la batalla con él tras anotarse tres bogeys y dos birdies e irse hasta el +3, a diez golpes de Jimmy Walker (65 golpes, -7), líder en Casa Club con dos golpes de ventaja sobre Thomas Pieters (70 golpes, -5).
Rafa Cabrera-Bello (73 golpes, +9) le sigue sin tomar el punto al campo y con un doblebogey, cuatro bogeys y tres birdies se volvió a ir por encima de los 70 impactos y en estos momentos ocupa el T70.