Mientras Tiger y McIlroy monopolizan el Masters, en el Senado de Augusta se tutela a Hunter Mahan, el golfista estadounidense más rentable de Ping: viene de ganar el Open de Houston, es el primero que conquista dos torneos esta temporada, lidera la lista de ganancias, también la FedExCup y es cuarto en el ránking mundial.
Pero no sólo Ping saca pecho, y con razón, de la boyantía de este joven jugador de 29 años, quien ya suma cinco títulos desde los 20 -empatado en ese capítulo con Buba Watson-. Sus estadísticas sorprenden y solo los entendidos de verdad no le quitan el ojo de encima: puede ser, y no sería sorpresa, el próximo titular de la Chaqueta Verde.
Incluso, el maleficio de que el campeón de un torneo previo al Masters no ganaría este último quedó hecha añicos en 2006, cuando Phil Mickelson se impuso en el BellSouth Classic el domingo antes de conquistar su segundo Masters.
La foto de Mahan con la chaqueta de Augusta sería otro triunfo de Ping en una temporada cargada de éxitos para esta compañía. Sus jugadores suman ya ocho títulos esta campaña, sumado el último de la coreana Yoo con el ‘putt’ mágico: el Anser Milled 2.
El año pasado, Mahan no pasó el corte en el Augusta National, pero acabó octavo en 2010 y noveno en 2009. Este año los tiros van por el lado bueno, y si no que se lo digan a sus constructores de Ping, pues hoy por hoy es el mejor jugador norteamericano del planeta.