La policromía y el esplendor de las azaleas de Augusta son ya un disfraz a estas alturas. Faltan horas para el comienzo del primero de los cuatro torneos de Grand Slam y lo que se respira en el Masters es otro olor diametralmente distinto al que desprenden esas cuidadas y simbólicas flores. El Augusta National huele a preludio de combate.
Tiger Woods, Rory McIlroy, Phil Mickelson… los candidatos incluso practicaron semanas atrás en Augusta para no dejar cabos sueltos en el asalto al primer título de Grand Slam del año. En el Masters de 2012 parece que flota en el ambiente un pique especial, un halo de disputa entre los mejores golfistas por demostrar al mundo, y a sí mismos, quién es el mejor, quién mueve más montañas y cuál de ellos es el pericón (caballo delantero que guía al resto en un enganche).
Los momentos de forma boyante de Tiger Woods, 36 años (4 Chaquetas Verdes, 14 Grandes), y del norirlandés Rory McIlroy (23 años, 1 Grande), han contribuido de manera especial a hinchar la burbuja del interés en el primer título de Grand Slam de la temporada.
En la primera línea de combate no se incluye a ningún español, aunque Sergio García y Álvaro Quirós llevan empotrados largos años en la elite, sobre todo el castellonense.
José María Olazábal -recuperado del pie- Miguel Ángel Jiménez, 48 años y en pie de guerra, y el debutante Gonzalo Fernández-Castaño, el decimotercero que se estrena en el diseño georgiano, completan un quinteto español. Desde 2003, el golf español no llevaba cinco representantes.
En el paquete de favoritos también figuran Donald, Hunter Mahan, Bubba Watson o Lee Westwood, por no nombrar a todos y con ello confundir.
Y cuidado porque el pronóstico meteorológico indica un 60 por ciento de posibilidades de tormentas entre jueves y viernes. El campo será más largo, pues la bola no correrá en calle, pero los ‘greens’ estarán receptivos, lo que resta mucha fiereza a este recorrido.